2 calabacines rallados
1 huevo
50 g de harina de almendras
100 g de queso mozzarella rallado
50 g de queso parmesano rallado
Sal
Pimienta
1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de perejil picado
Preparación:
Poner el calabacín rallado en una taza y compactarlo con un trapo o papel de cocina para que absorba el exceso de humedad.
En un bol mezclar el huevo, la harina de almendras, 50 g de queso mozzarella, sal y pimienta al gusto.
Echar encima el calabacín y mezclar.
Poner en una bandeja de horno con papel de hornear, aplastando con una cuchara o espátula para que quede una superficie muy plana.
Meter en el horno precalentado a 220ºC durante 15 minutos.
Sacar y pincelar con la mantequilla derretida.
Distribuir por encima el queso parmesano y el resto de mozzarella.
Meter en el horno y esperar hasta que se doren los extremos. Unos 5 minutos.
Sacar y cortar en pequeños trozos para usarlos como base de otros platos o como acompañamiento de platos con salsas, sopas, ensaladas...